16.4.07

Describir lo indescriptible





Viene circulando hace tiempo en Argentina la historia de María Livia.

Según relata el sitio oficial a María Livia se le aparece la Virgen y Jesús y miles de personas visitan cada fin de semana Tres Cerritos en Salta, donde María Livia impone sus manos a los fieles.

Belén, una amiga muy cercana fué, vivió la experiencia, y esto cuenta:


"Cuando escuché hablar de María Livia, lo primero que sentí fue intriga…curiosidad por conocer a la persona de la cual tanto hablaban…Leí de ella en una revista, escuché sobre ella en un programa de Mirtha Legrand en donde estaban invitados Víctor Sueiro, Ginette Reynal, entre otros; todos participantes de experiencias que continuaban llamando mi atención, con respecto a aquella mujer…

El viaje se dio porque así tuvo que ser…primero me había olvidado de confirmar, cuando lo recordé conseguí lugar de casualidad (a 5 días de partir), y al mismo tiempo sentía una especie de miedo, de no saber a donde iba, si me haría bien…Pero lo necesitaba…necesitaba llenar de paz mi interior. No estoy enferma, no estoy atravesando un mal momento, pero yo lo necesitaba por otras cuestiones… Y así fue como conseguí lugar y viajé a Salta (como siempre una ciudad impecable y hermosa).

¿Cómo describir lo que viví? Increíble, shockeante, fuerte, muy fuerte, maravilloso e irrepetible, creo. Aunque ansío volver, cuando lo necesite.

Hay personas que no me creen, otras que se emocionan y se les eriza la piel, hay de las que se desesperan por ir y personas que encuentran en mi descripción el camino a la solución de sus problemas. No se si ese viaje me hará volver a la Iglesia. Aunque no dudaba de mi Fe me demostró que verdaderamente la Virgen existe, allí lo palpás, es un golpe en sentido literal, al corazón…no quedan escapatorias para sentir a la “Mamita”…

Me encontraba rezando en ese cerro donde sólo hay lugar para la paz y de repente olí rosas…me quedé atónita y levanté la mirada en busca de la persona que se había puesto perfume, y nada…eran rosas y a mi alrededor no tenía ningún rosal y ninguna flor…mientras intentaba comprender el origen de dicho olor, recordaba que cuando uno siente perfume a rosas es porque la Virgen está presente…lloré de emoción, lloré del impacto que eso me provocó…la Virgen estaba conmigo en ese momento y por más que uno siempre sepa que está protegido, en ese instante sabía con total seguridad que estaba a mi lado…

Ver a la gente caer fue otro shock…Ahí te das cuenta que no hay espacio para el chantaje. Cuando María Livia se acercó a mí no recuerdo haberle visto la cara. Fue tal la energía que sentí que me desvanecí en seco, comenzando a sentir explosiones de energía en mi cuerpo (para poder graficarlo de alguna forma). La mente en blanco…la paz a todo momento…no sabía dónde estaba…me sentía tranquila como nunca antes y un imán que impedía levantar mi cuerpo…

Es largo de contar en unas líneas, pero en el viaje de regreso pensaba que todos deberían visitar la Virgen del Cerro o Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús…Acá no hay dinero de por medio y la voluntad y la entrega de los servidores (personas que colaboran a todo momento) es gratificante. Y como a mí me recomendaron, saquen muchas fotos que además de la felicidad de sentir a la Virgen dentro tuyo, vas a poder verla…"

2 dicen:

# said...

Hola M.Elena, mirá yo transito entre la Fe y el descreimiento hacia la Iglesia. Tuve experiencias poco felices con la última...

Este verano le saqué una foto al Cristo Redentor del muelle de Mar del Plata, y un resplandor sale del pecho del Cristo, y eso que era nochecita, es decir, no había sol ni una fuente de luz que incidiera en la toma...

Beso

María Elena said...

Hola Ale, a mi me pasa algo similar a lo tuyo, pero me parece que estan pasando algunas cosas que de vez en cuando nos despiertan a la fe.
El 25 de mayo me voy a Salta... despues les cuento!